Durante los meses anteriores a la publicación de "El Vuelo de los Halcones" tuve algunas dificultades con la persona que se ocupaba de la edición de mi novela y estuve a punto de suspender su publicación.

Poco despues de publicarse "El Vuelo de los Halcones" observé que una persona con una identidad falsa se había introducido con engaños en mi muro de Facebook y dirigió un furibundo ataque contra la novela. Por las cosas que decía enseguida me di cuenta de que coincidían con las modificaciones que quiso introducir en la novela la persona que se ocupó de su edición. Esa persona había estado haciendo una suplencia por maternidad, y cuando se fue comenzaron los ataques a mi novela.

Precisamente esa persona me informó que el noventa y cinco por ciento de los textos que llegaban a la editorial iban a "estilo" y volvian llenos de correcciones y que el mío habia vuelto limpio de correcciones. Pero ella quiso justificar su trabajo intentando introducir unas modificaciones que no admití.

Después del episodio de Facebook comenzaron los ataques a la novela desde otras Webs, de tal forma y con tanta vehemencia que no era normal que nadie en su sano juicio procediera de ese modo si no tenía un trastorno psicológico o algún problema profesional.

Muchos de mis lectores me han pedido que contara todo esto porque les ha parecido censurable que se atacara de ese modo a "El Vuelo de los Halcones". Para ellos es una obra maestra por su estilo y por su contenido. Además, piensan que los diálogos son los mejores que se han escrito. Los personajes inmejorables. Que ninguna otra obra se le puede comparar. En definitiva, opinan que "El Vuelo de los Halcones" está construida con apasionantes relatos de amor, intriga y muerte.

Gerardo Elorriaga, el crítico de El Correo, nos dice que "El Vuelo de los Halcones" es mucho más que una narración en torno a la historiográficamente cuestionada independencia del Señorío. Advierte de la cuidada ambientación en modos de vida, usos y costumbres de la época descritos en el primer episodio de la novela. Los cambios políticos, los excesos de violencia y la rapacidad sexual dentro de una lucha de fracciones familiares le recuerdan a la Roma imperial descrita por Robert Graves en su famosa Yo, Claudio. Según Elorriaga la personalidad atormentada de Pedro I el Cruel adquiere matices shakesperianos en el dibujo de Ybarra al describir como alguien desgajado entre una conciencia que lo recriminaba por haber vertido tanta sangre inocente y la obsesión fratricida, que lo induce a recorrer Castilla en búsqueda incesante de castigo. http://www.jaybarra.net/El-Vuelo-de-los-Halcones-Critica-El-Correo.htm