Juan Antonio de Ybarra e Ybarra
5 de octubre de 2020
EL PRESIDENTE DEL GOBIERNO NO TIENE NINGÚN DERECHO PARA EXIGIR EL
REFRENDO DE LOS ACTOS DEL REY QUE NO SE ENCUENTRAN ESTABLECIDOS EN
LA CONSTITUCIÓN.
El presidente del Gobierno no tiene ningún derecho para exigir el
refrendo de los actos del Rey que no se encuentren establecidos en
la Constitución.
No es cierto que el Gobierno tenga que refrendar cualquier
movimiento del Rey.
Una cosa es que el Gobierno deba ser informado de los movimientos
del Rey, y otra muy distinta que tenga que refrendarlos.
Los actos del Rey que necesitan refrendo están recogidos en el Art.
62 de la Constitución, como lo establece en su Art. 64 para los
actos refrendados.
Estos excesos de celos por parte del presidente del Gobierno con el
Rey tuvieron sus orígenes en las situaciones personales que vivió
Suárez con el Rey Don Juan Carlos en sus últimos meses en el
Gobierno.
Yo fui testigo del enfado que hubo en la Zarzuela por esa actitud
que tuvo Suárez durante esos meses con los movimientos y visitas que
recibía el Rey. El marqués de Mondejar, el Jefe de la Casa del Rey,
me lo manifestó en una de mis visitas del enfado que había por esa
actitud fuera de los supuestos constitucionales.
Por los visto esas prácticas también las debió de seguir en algunas
circunstancias Aznar con el Rey, cuando sus relaciones no eran las
esperadas. Y ahora Sánchez vuelve por esos caminos al exigir unas
facultades que están fuera de los preceptos que marca la
Constitución, y busca tensar sus relaciones personales con el Rey.
Por otra parte, resulta sorprendente que el Gobierno afirme que la
presencia del Rey pudo haber provocado una tensión, una crispación
social en Barcelona el pasado 25 de septiembre con motivo de la
ceremonia de entrega de despachos a la nueva promoción de jueces.
Resulta cuando menos insólito, que se diga que el Rey pueda provocar
tensión y crispación salvo en aquellos casos que los promuevan los
separatistas que pretenden derrocarlo y separarse de España.
Pues en esas circunstancias son las fuerzas de seguridad del Estado
las que deben de garantizar la normal presencia del Rey en esos
lugares.
Lo sucedido en este caso que comentamos, en torno a los actos del
pasado 25 de septiembre, tiene su origen en las exigencias de los
grupos separatistas a Sánchez para que el Rey no asistiera a ese
acto, motivo que se nos ha querido ocultar, lo cual es deplorable y
merece la más enérgica protesta del uso ilegal que ha hecho el
presidente del Gobierno de la figura del Rey por motivos personales
al depender de los separatistas en el Poder.
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